Hijo mío, eres el mejor regalo que he recibido.
Eres el sol de mis días. La alegría en mi alma.
Y el amor de mi vida.
Hijo mío, tengas la edad que tengas, eres y serás lo más importante de mi vida y, con solo recordar que has sido mi bebé, es suficiente para hacerme sonreír.
Hijo, contigo aprendí a creer en el amor a primera vista, porque te amaba desde antes de conocerte. Al verte, ese amor se multiplicó y ahora sé que no hay nada que no haría por ti.